ALIANZA INTERNACIONAL DE RECICLADORES

La Alianza Internacional de Recicladores es un sindicato de organizaciones de recicladores que representa a más de 460.000 trabajadores de 34 países.
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Traducido a:

Desde Bogotá nos llega este texto que da contexto a la lucha de la Asociación de Recicladores de Bogotá (ARB) en los últimos meses.

10 Meses de Incertidumbre, Decepciones y Esperanzas
Serie “Memorias de la búsqueda de la Inclusión
Asociación de Recicladores de Bogotá ARB [1]

Como bien es sabido, La Honorable Corte Constitucional mediante el auto 275 de 2011 dio la razón al gremio reciclador, al considerar que no se estaba cumpliendo la orden de inclusión real de la población recicladora en la licitación de aseo del año 2011. Por ello no solo la dejó sin efecto, sino que ordenó a la entrante administración del alcalde Gustavo Petro que 1) definiera y rediseñara un esquema que dignifique la actividad del reciclaje y que tienda a su normalización a través de la fijación de metas a cumplir en el corto plazo que sean concretas, cualificadas, medibles y verificables. 2) Que Dicho Plan debería contener acciones afirmativas en favor de la población que se dedica de manera permanente a la actividad de reciclaje, de manera que se logre su regularización respecto de la prestación de los servicios complementarios de aseo en los componentes de reciclaje, transporte, transformación y aprovechamiento de residuos. 3) Definiera cómo serán ofrecidos en la práctica los servicios de reciclaje, tratamiento y aprovechamiento de residuos, íntegramente por la población recicladora y como deberán ser remunerados.

Entre otras órdenes la Corte solicitaba una actualización del censo de recicladores inmediatamente anterior, así como la verificación de las organizaciones de recicladores existentes, para evitar el oportunismo de líderes y de no recicladores quienes en ocasiones anteriores se habían aprovechado de las acciones afirmativas que deberían dirigirse exclusivamente a recicladores de oficio.

Durante los meses de Febrero y Marzo, bajo la conducción del doctor Guillermo Asprilla el distrito, en cabeza de la UAESP (Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos) configuró un documento que recogió parcialmente las contrapropuestas, inquietudes e intereses del gremio reciclador; y que contenía propuestas muy riesgosas para la sostenibilidad de la población recicladora en el oficio. Este documento fue presentado a la Corte Constitucional el 30 de marzo y esta instancia judicial le dio viabilidad en Abril. Antes de su traslado a la Secretaría Distrital de Gobierno, el doctor Asprilla reconoció la necesidad, y manifestó la voluntad de modificar este Plan de inclusión. Pero esta no era la única preocupación del gremio, pues preexistía un decreto (456 de 2010) que en su afán por regularizar las bodegas privadas de reciclaje, ponía parámetros tan difíciles de cumplir que de 1500 bodegas que existen aproximadamente en la ciudad, solo sobrevivirían la aplicación de este decreto 60 o menos. Y si se cierra el 96% de los acopios de la ciudad los recicladores no tendrían donde vender y la cadena del reciclaje colapsaría generando problemas sanitarios, ambientales, económicos y sociales para la ciudad. Por eso a finales de febrero se realizó una manifestación y el gobierno aplazó la aplicación de esta propuesta así como prometió instaurar un proceso de modificación de este decreto.

Durante los meses de mayo, junio y julio, el doctor Carlos Arboleda asumió como director encargado de la UAESP, esta entidad en este periodo hizo previsiones presupuestales para el desarrollo del Plan de Inclusión, y avanzó en convenios con otras instancias del mismo Distrito, así como acompañó el desarrollo del censo de recicladores y recicladoras ejecutado por la Universidad Distrital. Pero no adelantó la verificación de organizaciones de recicladores, ni modificó el decreto 456 de 2010; incluso, de manera preocupante se adelantaba un proceso de sustitución de vehículos de tracción animal por parte de la Secretaría Distrital de Tránsito y Transporte, en el cual había tensiones entre las competencias de esta secretaría y las competencias de otras instancias del gobierno, entre ellas la misma UAESP, pues el 70% de los carreteros son recicladores. Así como había dudas sobre la modalidad de sustitución.

En agosto de este año el doctor Arboleda se retiró del cargo y asumió como director encargado de la UAESP, el doctor Henry Romero, anterior jefe de la oficina asesora de planeación de la misma entidad. Su comienzo fue desalentador pues en informaciones distorsionadas de medios y en reuniones con el gremio reciclador, presentó una propuesta que desconocía al mismo plan de inclusión, pues le apostaba a la creación de una única cooperativa de recicladores, sin reconocer incluso las organizaciones preexistentes. Tras presentar los argumentos en contra de esta propuesta, el entrante director aparentemente descartó su propuesta; y nombró a un equipo de funcionarios para reactivar la mesa de concertación.  El gremio reciclador insistió en tres prerrequisitos para reiniciar los diálogos a saber: 1) el compromiso cierto de la verificación de las organizaciones, 2) la modificación, sino derogatoria del decreto 456 de 2010, y 3) la discusión y construcción de un modelo operativo que modifique el Plan de Inclusión.  Condiciones que él, como director manifestó cumplir.

Por esta época un inquietante anuncio salió de la alcaldía mayor: “el servicio de aseo será prestado por una entidad pública, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB, y los recicladores sería contratados por esta entidad, a partir de diciembre de 2012”. Hay que aclarar que esta apuesta gubernamental responde a la búsqueda del actual gobierno de la ciudad, de recuperar el control en la prestación del servicio público de aseo, mediante el establecimiento de un prestador de naturaleza institucional pública, tras más de 20 años de prestación del servicio por parte de empresas privadas.

El gremio reaccionó inmediatamente, pues si el gobierno había avanzado muy poco en estos 10 meses en desarrollar un modelo de recolección, transporte y selección de material reciclable, ahora prometía el manejo de las basuras sin aclarar cómo, ni preparar a los recicladores para hacerlo… Y como bien afirma Nohra Padilla, líder recicladora, “lo peor que le puede pasar a los recicladores es salir del anonimato y pasar al desprestigio”.

Las cosas empeoraron cuando el director de la UAESP decidió desconocer lo que su equipo y el gremio reciclador habían avanzado en la mesa de concertación, y manifestó que él no podía modificar el decreto 456 de 2010, evadió la orden de verificación de organizaciones de recicladores, y en su afán de mostrar resultados inició concertaciones con grupos de recicladores cuyos líderes han sido cuestionados, pues ni son recicladores, ni tienen bases sociales significativas; y en ocasiones anteriores han buscado aprovechar las acciones afirmativas dirigidas a población recicladora de oficio, en beneficio propio; de tal forma que se han consolidado en una especie de “cartel de la representación”.

Ante tal desacierto, el gremio reciclador debió buscar comunicación directa con el alcalde mayor, quien en una reunión de más de cuatro horas entendió las preocupaciones y demandas del gremio reciclador y actuó en consecuencia, ordenando al director de la UAESP retomar los compromisos adquiridos, y el proceso de concertación, y programó un cabildo popular el pasado 8 de noviembre en el que públicamente se comprometió a:

  1. Resolver el  problema derivado del decreto 456 de 2010
  2. Dar solución a los carreteros en su proceso de sustitución de vehículos de tracción animal.
  3. Reiniciar el proceso de concertación entorno al modelo de reciclaje y la inclusión de la población recicladora, lo que significa modificar el Plan de inclusión.
  4. Iniciar inmediatamente un proceso de verificación de las organizaciones de recicladores, que desmonte el “cartel de la representación”
  5. Desarrollar programas de apoyo específico a los recicladores en condiciones de discapacidad o pertenecientes a la tercera edad.

Pese a estos compromisos, el director de la UAESP en hechos no ha acatado dichas directrices, por lo que el gremio reciclador se ha visto en la obligación de pedir la intervención de la corte, en respaldo del alcalde mayor y su gestión, pero en contra de los manejos irregulares de la UAESP y su director.

El gremio reciclador esta a la espera de la materialización de la voluntad política manifestada por el alcalde en las reuniones y en el cabildo.

[1] con el apoyo de WIEGO