ALIANZA INTERNACIONAL DE RECICLADORES

La Alianza Internacional de Recicladores es un sindicato de organizaciones de recicladores que representa a más de 460.000 trabajadores de 34 países.
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Cuando se habla del capitalismo, la privatización de bienes y servicios públicos, y la crisis económica mundial, es imposible no hablar del patriarcado: el sistema de organización social en el cual los hombres tienen más poder que las mujeres.  Y cuando se habla de transformar a la sociedad en una estructura libre de todas las formas de desigualdad, las mujeres necesitan ser incluidas en los debates y el proceso.  Ahora más que nunca, el cambio verdadero depende de la participación y empoderamiento de las mujeres.

Los críticos pueden renegar sobre las desigualdades causadas por el sistema económico mundial actual, pero el verdadero desafío es aplicar la igualdad de derechos y la justicia social en nuestros propios movimientos sociales.  Es dentro de los espacios como la Cumbre de los Pueblos – donde los movimientos sociales están planteando modelos económicos y sociales sostenibles – donde las mujeres deben ser lideresas fuertes y presenciales.

women wps at people's summit

Recicladoras en la Cumbre de los Pueblos.

El papel de las mujeres en la creación de la sociedad global justa propuesta por la Cumbre de los Pueblos está explicada en la declaración final, publicada el 19 de junio del presente.

“Exigimos una transición justa que incluya la expansión del concepto de trabajo, el reconocimiento del trabajo de las mujeres y un balance entre la producción y la reproducción para que ésta última no se considere una esfera exclusiva de las mujeres.  Esta transición también necesita incluir el derecho a la organización y negociación colectiva, así como el establecimiento de una amplia red de seguridad y protección social – entendida como un derecho humano – además de políticas públicas que garanticen el acceso al trabajo digno.”

women wps at the people's summit

Recicladoras en la Cumbre de los Pueblos.

“Reivindicamos al feminismo como un medio para lograr la igualdad, la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y sexualidad, y el derecho a una vida libre de violencia.  Asimismo reafirmamos la urgencia de una distribución más justa de la riqueza y los ingresos; la lucha contra el racismo y el etnocidio; la garantía del derecho a la tierra y territorio; el derecho a las ciudades; los derechos al medio ambiente, agua, educación y cultura; así como la libertad de expresión y la democratización de los medios de comunicación.”

Las recicladoras del Movimiento Nacional de Recicladores de Brasil (Movimento Nacional dos Catadores de Materiais Recicláveis—MNCR) participaron activamente en paneles organizados por el Movimiento Nacional – donde más de 500 recicladores y aliados asistieron durante el curso de la semana – así como en asambleas que se realizaron a lo largo y ancho de la Cumbre y donde las propuestas colectivas finales estaban siendo debatidas.

audience during people's summit gender panel

Miembros de la audiencia durante el panel sobre género en el lugar de trabajo.

“El tema sobre el empoderamiento de las mujeres está ganando más y más atención.  La gente conoce el papel que las mujeres juegan en los movimientos sociales grandes,” dijo Sonia Dias, una especialista de WIEGO (por sus siglas en inglés, y que en castellano se traduce como “Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizado”) y profesora visitante en el NEPEM/UFMG (Núcleo de Estudios de la Mujer de la Universidad Federal de Minas Gerais) con sede en Belo Horizonte, Brasil.  El pasado  mayo, Dias organizó un grupo de enfoque con 17 mujeres recicladoras de diferentes cooperativas en el estado de Minas Gerais, Brasil.  El propósito del grupo de enfoque fue el de debatir ideas para la creación en el futuro de un programa de género para las mujeres recicladoras latinoamericanas.

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Grupo focal de recicladoras de Minas Gerais, Brasil, debatiendo la creación de un futuro programa sobre género (Crédito: Sonia Dias)

Durante la primera Conferencia de Recicladores de Latinoamérica y el Caribe, celebrada en Nicaragua en febrero pasado, los recicladores de la Red Lacre (la Red Latinoamericana de Recicladores), conscientes del papel de las mujeres en la profesión de reciclador (a), expresaron la importancia de explorar los temas de género.

Otros eventos dentro del movimiento Brasileño han venido sucediendo durante varios años.  Del 13 al 15 de julio pasados, 500 recicladoras de 23 estados de Brasil se reunieron en Pontal, estado de Paraná, dentro del marco de la tercera Conferencia Nacional de Recicladoras.  Se debatió sobre igualdad de género, salud, violencia doméstica y políticas públicas. La conferencia ofreció como eventos destacados conferencias, debates y talleres, así como actividades culturales.  Incluida en la agenda de eventos se encontraba una marcha a lo largo de la calle Curitiba con el fin de apoyar la igualdad de género y protestar contra la incineración.

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Participantes de la 3ª Conferencia Anual de Recicladoras, Brasil, marchan por las calles de Curitiba. (Crédito: MNCR)

Las mujeres se han convertido cada vez más en centros de enfoque de los movimientos de recicladores alrededor del mundo.  Durante la Cumbre de los Pueblos, en el panel “Género y Trabajo” – facilitado por Dias y varias mujeres recicladoras – Jyoti Mhapsekar, representado a Stree Mukti Sangatana, habló sobre la difícil batalla que las mujeres indias continúan luchando, ya que a menudo deben abandonar su educación para cuidar a sus hermanos menores en el hogar y los matrimonios precoces se convierten en una solución para la falta de oportunidades.

Gender radio program participants

Participantes de AlW, WIEGO, GAIA, y StreetNet en el programa de radio sobre género, Radio Pink.

Las mujeres recicladoras brasileñas presentes en la Cumbre de los Pueblos fueron receptivas al mensaje de Mhapsekar, y debatieron sobre la importancia de capacitar a las mujeres en múltiples ámbitos: desde el significado de la igualdad de género hasta cómo operar los camiones de reciclaje.

Los recicladores hombres dentro del movimiento brasileño también mostraron su apoyo.  Armando, el presidente de COOPERCATA, una cooperativa en Mauá, Sao Pablo, expresó su apoyo a las lideresas.

“Las mujeres juegan un papel extremadamente importante dentro del movimiento,” declaró Armando.  “En primer lugar, por sus habilidades como líderes, sus sensibilidades, y su mayor entendimiento y compasión.  Las mujeres tienen la capacidad de dar vida.  Al sistema capitalista no le importan las mujeres, y Brasil es un país misógino – hay mucha violencia contra las mujeres.”

Durante la Cumbre de los Pueblos, Alex Cardoso, un líder nacional del MNCR, y Deia de Brito, oficial de comunicaciones de la Alianza Global, se entrevistaron con dos recicladoras del MNCR – Maria Mônica da Silva y Viviane Mertig – para conversar sobre porqué es importante hablar de temas como género, el papel de las mujeres, y políticas públicas que apoyen a las mujeres.  También compartieron algunas historias personales sobre cómo iniciaron su trabajo de recicladoras.  

Entrevista a Mônica Maria da Silva, recicladora/coordinadora de base – Movimiento Nacional de Recicladores, Sao Paulo

Maria Monica da Silva at the People's March, Rio de Janeiro.

Maria Mônica da Silva participa en la Marcha de los Pueblos, Río de Janeiro. 

Alex Cardoso, reciclador/organizador, MNCR (Movimiento Nacional de Recicladores): ¿Qué piensas del proceso de organización de las mujeres?

Mônica Maria da Silva: Necesitamos capacitación, necesitamos estar mejor informadas, tenemos que entender el contexto de la producción y necesitamos realmente entender lo que está sucediendo, porque algunas veces nos prestamos a participar pero sin saber en realidad lo que está aconteciendo.

¿Sientes que las mujeres ocupan el mismo espacio que los hombres?  Que pueden simple y fácilmente aprovechar este espacio como lo hacen los hombres, o ¿es diferente?

No creo que lo hacíamos antes.  Pero estamos ganando terreno al respecto. Ahora tenemos más oportunidades de participar.  Poco a poco nos estamos empoderando.  Si no lo hacemos, nunca nos empoderaremos, así que cuando nos exhortan a que nos movamos, ahí es cuando nos empoderamos más.

¿Crees en la inferioridad de las mujeres?

No, no somos inferiores.  Creo que nos hacen falta oportunidades.

Deia de Brito, WIEGO: ¿Cuándo empezaron las conversaciones sobre género?

Fue Marilza Lima [del Instituto de Residuos y Ciudadanía de Paraná] quien comenzó todo esto.  La Primera Conferencia de Recicladoras se llevó a cabo en Curitiba en 2008.  Marilza se puso en contacto con colegas recicladoras.  La mayoría de los trabajadores en las cooperativas son mujeres.  Hay mujeres negras, algunas lesbianas.  Las mujeres trabajan en la cooperativa y en sus hogares.  Muchas mujeres sufren la violencia en silencio, sin pronunciarse al respecto.  Creo que deberíamos hacer una encuesta para saber cuántas mujeres hay – cuántas mujeres negras, cuántas mujeres lesbianas, cuántas son víctimas de la violencia doméstica.  Y cuántas mujeres son parte de una cooperativa – hay lideresas pero no están en posiciones de poder.  El Movimiento, todos los movimientos, son así.  El Movimiento debe tener el coraje para abrir este debate.

Maria Mônica speaks at gender panel.

Maria Mônica da Silva expone durante el panel sobre género en el lugar de trabajo.

¿Crees que los hombres son sexistas?

Muchos lo son, pero no la mayoría.  De hecho, fue un hombre, Dudú, quien me inspiró para convertirme en activista.  Dudú me motivó mucho.  Recuerdo la primera vez que vi a Dudú y Valdilene, y le pregunté a Valdilene: “¿Te casaste y viajas sin tu marido?”  Y ella me respondió: “Él sabe que soy una luchadora.”  Dudú dijo: “También estoy casado, y viajo.  Estamos fortaleciendo el Movimiento.”  También me dijo: “Ven y únete a nosotros.”  Dudú es auténtico.  Inspira a otros para que se involucren.  Despertó al Movimiento dentro de mí.  Hice una capacitación con Dudú en 2006 y sentía que quería luchar e involucrarme.

¿Cómo era antes?

En 2005 yo trabajaba como recicladora ambulante.  En Diadema me uní a una asociación llamada Environmental Accord.  Ese mismo año me familiaricé con el Movimiento, y en 2006, tuve mi primera capacitación. Cuando miraba a Valdilene, pensaba: “yo quiero ser como esta mujer – una guerrera que lucha con todo pero habla con el corazón.  Mis ojos se iluminaron cuando la vi a ella y a Dudú.”  Dudú nos dijo: “ustedes las mujeres deben luchar con nosotros.”

¿Puedes hablar de tu historia personal?

Viví en la calle casi tres años.  Vine a Sao Paulo desde Ceará cuando tenía 14 años.  No tenía una buena relación con mi familia.  Mi mamá era madre soltera y en esa época era muy difícil estar en esa situación.  Hoy se considera algo normal.  Mi mamá tenía que trabajar y me dejaba al cuidado de mi abuela.  Me llevaban de un pariente a otro.  Luego mi mamá encontró un marido y me fui a vivir con ella de nuevo.  Su marido trató de violarme y cuando le conté, mi mamá no me creyó.  Terminé en la calle a los 13 o 14 años con una amiga que sufría los mismos problemas.  Nos cuidábamos una a la otra.  Pedí aventón a los camiones hasta Sao Paulo.  Comenzamos a caminar a pie por la carretera, pero cada vez que veíamos a un camión con más de un hombre en la cabina, buscábamos un lugar para escondernos.  Cuando había sólo uno, pedíamos un aventón.  El único trabajo que conocía era el de recolectora de residuos.  Desde que comencé como recolectora de residuos a los 9 años, era lo único que había aprendido a hacer.

Una recicladora empezó a invitarme a una cooperativa en Diadema.  La primera vez que entré en contacto con el Movimiento fue en 2005 cuando fuimos a un evento de COOPAMARE donde también asistió Lula, el Presidente de Brasil.  El alcalde de Diadema firmó un acuerdo con la asociación a la que pertenezco, el cual hizo que Diadema se convirtiera en la primera ciudad de Brasil en remunerar a los recicladores como proveedores de servicios.  Los recicladores fueron al frente de la reunión y hablaron.  Mi vida cambió.  No entendía lo que significaba votar de forma consciente, y que no era correcto que yo trabajara en la calle con mis chicos.  Pensaba que era mejor ponerlos a trabajar.  Antes de conocer al Movimiento, no había caído en la cuenta que los recicladores tenían una opción y podían luchar y defenderse.

¿Cuándo te convertiste verdaderamente en una lideresa?

Antes que nada, tuve que encontrar la vocación dentro de mí.  A esas alturas aún no sabía si era yo misma.  Lo único que sabía era que cada vez que no estaba de acuerdo con algo, cuando la situación tocaba un nervio y mi corazón comenzaba a palpitar rápidamente, yo debía expresarme – pero al final no lo hacía.  Me aterraba hablar.  No sabía que estos sentimientos estaban despertando a la lideresa que había en mí.

¿Crees que la mujeres tienen miedo de hablar?

Muy a menudo las mujeres no quieren hablar o defender ciertas causas porque tienen miedo a fracasar o que las rechacen, o que las separen de ciertas cosas.  Yo soy de las personas más difíciles que existen.  Si algo me gusta, me gusta, pero si no me gusta, lo digo.  Si no entiendo algo, sigo preguntando hasta que lo entiendo, pero no todas las mujeres son así.  Muchas pueden no entender o no estar de acuerdo con algo, pero no se sienten empoderadas para expresarse al respecto.  Pero esto es parte del proceso.

¿Qué quieren las mujeres?

Yo creo que las mujeres del Movimiento Nacional no buscamos poder.  No queremos poder o estrellato.  Las mujeres simplemente queremos igualdad y demostrar que podemos hacer la diferencia.

¿Cuán diferente es el trabajo de las recicladoras?

Vemos los cosas de manera diferente.  Las mujeres somos más capaces y más amigables.  Las mujeres hacemos una mejor recolección puerta por puerta porque nos expresamos mejor, somos recibidas de buena manera por la gente y nos ganamos la confianza de los propietarios y los niños de manera más rápida.  Es difícil para los hombres que trabajan con nosotros en los camiones de residuos entendernos cuando padecemos de dolores menstruales.  Esto sucede en las cooperativas.  Hay cooperativas solamente de mujeres y solamente las mujeres pueden entender.

Las mujeres tenemos mucho para contribuir.  La gente olvida que el movimiento de los recicladores no fue construido sólo por hombres.  Las mujeres hemos sido una parte integral del movimiento.

Entrevista a Viviane Mertig, recicladora, Cooperativa Environmental Agents, Foz do Iguaçu

Viviane Mertig speaking at the 2012 conference of women waste pickers.

Viviane Mertig expone durante la Conferencia de Recicladoras.

Deia de Brito: ¿Cuál es el mayor problema cuando hablamos de género?

Viviane: Los derechos de la mujeres.  Muchas mujeres son golpeadas por sus parejas pero guardan silencio, a pesar de que son protegidas por la Ley Maria da Penha (una ley federal en Brasil que aumenta el castigo para los delincuentes de violencia doméstica).  Es interesante que en los talleres que hemos organizado muchas mujeres abrieron sus corazones y compartieron sus experiencias: “voy al trabajo y cuando llego a casa, él me quita mi dinero, me deja sin nada.  Él me golpea y me trata mal.”  Entonces tratamos de orientarlas. Les decimos: “Existe una ley que prohíbe que estas cosas sucedan, y si suceden, entonces él debe responsabilizarse.  Esta ley existe para proteger a las mujeres.  Ustedes tienen derechos.  Si ustedes trabajan, ellos también tienen que trabajar.  No tienen que volver a casa y darle a él todo su dinero.”  Este año estamos planificando cuáles temas serán discutidos en los talleres.  El año pasado, tuvimos un taller de artesanías donde aprendimos a hacer jabón líquido y de barra.  Todo esto ayuda a complementar los ingresos familiares.  Esa es nuestra meta.

¿Cómo ayuda a las mujeres el complemento de ingreso familiar?

Hicimos un estudio y descubrimos que 85% de los recicladores son mujeres, y la mayoría de ellas sostienen solas a su familia.  Con un ingreso complementario, ellas pueden mantener a sus hijos con más tranquilidad.

¿Cuáles son los temas más importantes para las mujeres recicladoras?

Hoy, cuando miras a las asociaciones de recicladores, todavía hay mujeres que cargan los camiones a mano porque no tienen el equipo apropiado.  Sabemos que las mujeres no tenemos la fuerza física de un hombre para levantar una carga y subirla dentro del camión.  Estamos tratando de mejorar las condiciones laborales de las mujeres ya que éstas constituyen la mayoría de los recicladores.  Necesitamos políticas públicas que apoyen a las mujeres – que mejoren su entorno laboral y su salud.  La salud es un tema fundamental.  Si levantas una carga de 200 o 300 kilogramos, ¿qué le puede pasar a tu espalda?  ¿O tus brazos?  Es una cuestión de salud en el lugar de trabajo.  Estamos pugnando para que estas mejorías se lleven a cabo.  Por ejemplo: ¿existe una máquina que pueda hacer el trabajo de cargar un camión?

¿Han logrado esta clase de mejorías en su propia cooperativa?

Siempre que adquirimos algo, queremos que esté disponible para todos.  En la cooperativa, conseguimos un montacargas para los cargamentos.  Y notamos la diferencia.  El equipo es muy importante.  Por ejemplo, tener una mesa para separar los materiales en vez de hacerlo en el suelo.  Muchos recicladores se pasan todo el día encorvados.  Muchas mujeres tienen problemas de espalda a raíz de doblar sus espaldas y levantar cargas muy pesadas.  Mira los vertederos de basura donde las mujeres recicladoras andan arrastrando sus bolsas, y cuando los camiones llegan a tirar los materiales, ellas tienes que correr, literalmente, para asegurarse su sustento, sus ingresos.  En La India vimos una película sobre mujeres recicladoras allí y vimos a mujeres cargando canastas llenas de materiales en sus cabezas.  ¿Crees que esto no las perjudica?  Entonces, necesitamos políticas públicas para las mujeres, para la salud de las mujeres.

¿Por qué hay tantas mujeres recicladoras? 

Si miras a la mayoría, al menos en la región donde trabajamos, las mujeres están separadas de sus maridos, son mujeres mayores que llegaron de las zonas rurales.  Trabajaron toda su vida en el campo.  Una vez las ciudades grandes empezaron a crecer, sintieron la presión y viajaron a las ciudades.  Cuando llegaron, todo lo que sabían hacer era trabajo agrario, así que empezaron a trabajar con materiales reciclables.  El mercado de trabajo de hoy te pide experiencia pero es difícil que los empleadores te den esa primera oportunidad para ganar esa experiencia.  A los 40 años de edad, ya se te considera viejo y prescindible, pero lo que pasa es que aún tienes que comer, necesitas un lugar para vivir, tienes facturas y gastos.  Tenemos que ver detenidamente este aspecto – primeras oportunidades de trabajo para que la gente adquiera experiencia.  Los hombres que se ven en la misma situación tienen muchas más oportunidades.  Por ejemplo, la industria de la construcción se encuentra en un período de crecimiento, así que los hombres pueden encontrar empleo como trabajadores y asistentes de la construcción.  Todo lo que nosotras podemos hacer es trabajar como empleadas domésticas o en el reciclaje.

¿Cómo empezaste a trabajar de recicladora? 

Hace alrededor de 13 años estaba desesperada por encontrar trabajo, así que empecé a recolectar latas porque tenía un hijo chiquito, hambriento, que lloraba.  Un niño no entiende, tiene hambre, y en tu desesperación estás dispuesta a hacer cualquier cosa.  Hubo días cuando no tenía un centavo.  No podía comprarle leche, así que le daba agua con azúcar.  La necesidad de vivir me llevó a hacerlo.  No te miento – me dio vergüenza al principio, pero hoy es ciertamente lo opuesto.  Me doy cuenta de lo que hago para trabajar.  En esa época, había una discriminación desenfrenada, pero insistimos que el lugar de la recicladora está en la calle para que pueda ser vista por todo el mundo.