En octubre, miembros del sector de residuos informal y organizaciones comunitarias y ambientales marcharon hacia el Departamento del Ambiente y Recursos Naturales y la Cámara de Representantes para rechazar los intentos de legalizar la incineración y para proteger miles de empleos relacionados con la gestión de residuos y evitar que recursos valiosos terminaran en humo sucio y cenizas. Dirigidos por la EcoWaste Coalition, una red de incidencia pro basura cero, unos 100 recicladores y activistas ambientales participaron en la marcha de protesta y la reunión para expresar su firme oposición a las gestiones de la Autoridad Metropolitana de Desarrollo de Manila y algunos legisladores para abrir las compuertas a la incineración de residuos. El grupo, en cambio, propuso un enfoque de basura cero como una verdadera solución. En las Filipinas, más de 100 000 trabajadores viven de la recuperación y venta de toneladas de materiales que son regresados a las fábricas para fines de reciclaje, creando, al mismo tiempo, empleos. Esto podría significar que 4000 recicladores perderían su trabajo.